Cofradía de María Santísima de los Dolores y Santísimo Cristo de la Buena Muerte
FUNDACIÓN: Año 1929

Santísimo Cristo de la Buena Muerte
En el año 1970 se incorpora a la procesión, desde la iglesia de la Virgen de la Cabeza, el Cristo de la Buena Muerte, de la escuela granadina. Procede de la antigua ermita de San Luis. Durante un tiempo estuvo depositado en el Cementerio hasta que se terminaron las obras de la iglesia de la Virgen de la Cabeza. Según se cree es del siglo XVII, atribuido por unos a Juan Fernández de Lara, y por otros a José de Mora. Iconográficamente se sitúa entre los cristos agonizantes.
Su modelado, en el que se aprecia un exhaustivo estudio anatómico, y su excelente policromía original hacen de esta obra una pieza única del patrimonio Prieguense.
Siendo propiedad del Excmo. Ayuntamiento de Priego hasta el día 2 de Mayo de 1995, fecha en que lo cede a la Cofradía para que le de culto y desfile en sus estaciones de penitencia.

María Santísima de los Dolores
La imagen de Nuestra Señora de los Dolores se cree que es la que en 1635 fue donada por Mariana de Pareja a la ermita del Santo Cristo del Humilladero, «con todos sus vestidos hechos para que se ponga en el altar’. Fue trasladada a la ermita del Calvario en el siglo XVIII cuando se terminó ésta.
Nada se sabe de su autoría, aunque se trata de una imagen de candelero del siglo XVII, que pertenece a la colección de imágenes de vestir que plasman los siete dolores de la Virgen, representados por el corazón lamenta atravesado por siete puñales que luce en el centro del pecho. Hasta hace poco mostraba en sus manos símbolos de la pasión, que se le quitaron en la última restauración efectuada en 1978. Ya en 1956 se le había efectuado otra.

Sede: Ermita del Calvario
Habla la tradición de un Calvario viejo situado camino de la Tiñosa y del que apenas se tienen referencias documentales. Su existencia debió de ser anterior a 1593, pues este año ya había en la meseta que ocupa el actual un humilladero que servía a los mismos fines: era un lugar de devoción con cruz o imagen para que los peregrinos orasen antes de entrar a la población o al salir de ella. También se destinaba para rogativas y prácticas piadosas. Hasta éste llegaba la procesión que los Nazarenos efectuaban el Viernes Santo según se refleja en sus estatutos fundacionales. Se sabe que existían dos cruces primitivas y que en el siglo XVIII se colocaron otras que están bien documentadas.
En 1707 se terminó de construir la ermita del Calvario con las limosnas de los fieles y la contribución de la Orden Tercera franciscana, que ya en el siglo XVII hacía la Vía Sacra por la calle de las Cruces (el Caminillo), encargándose de reparar aquellas que se encontraban derruidas o en mal estado. En 1708 el Municipio hizo donación de las tierras que circundaban la ermita.
En 1938, la Hermandad hizo las gestiones necesarias para hacer las obras que necesitaba la ermita, realizando una reforma de la que se conserva el interior, aunque el resto de la ermita ha sufrido muchas modificaciones posteriores. Las obras de mejora siguieron realizándose en el 42, en el 45… A principios de los 60 la ermita presentaba un estado bastante ruinoso, la Hermandad desde entonces hasta ahora ha ido realzando obras de conservación y ampliación en las que la mano de obra la han puesto los propios cofrades en muchas ocasiones.
Recientemente la Escuela Taller del INEM, «Álvarez Cubero» y el Excmo. Ayuntamiento han llevado a cabo obras en la Ermita, consistentes en un gran enriquecimiento artístico con ye serías barrocas, construcción de una impresionante portada, restauración de un retablo lateral que estaba prácticamente perdido e importantes obras de conservación y ampliación.
Asimismo, se ha hecho una actuación en el entorno de la Ermita para arreglar el piso de la explanada del monte Calvario, la iluminación del lugar, arreglo de las calles adyacentes o que dan acceso a la cima del Monte.
Habiendo quedado una sede, nueva, limpia con buenas dependencias, y no exenta de arte en un lugar bonito, ajardinado, urbanizado, limpio, alumbrado, ideal para pasear y hacer ejercicio físico y desde donde se divisa toda la ciudad, cual si fuese un grandioso balcón.
Referencia histórica
En Junio de 1689, el abad de Alcalá, D. Pedro de Toledo, aprobó las Constituciones de la Hermandad de Nuestra Señora de los Dolores que tuvo su sede en el desaparecido templo de Santiago. A partir de aquí se pierden las referencias hasta 1928, en que ya en la ermita del Calvario, deciden reorganizarla un grupo de hermanos. En 1931 el Obispo de Córdoba aprueba el Reglamento de la Cofradía. Por último sufre una tercera reorganización a partir de 1969 que es cuando comienza su máximo esplendor.

Paso procesional
Aunque no se especifica documentalmente, parece ser que fue en 1930 cuando la procesión salió por primera vez. Como ya se ha citado en 1970 se incorporó la imagen del Cristo de la Buena Muerte.
Esta procesión, aclamada popularmente como una de las mejores organizadas y de mayor belleza plástica de la Semana Santa prieguense, realiza un doble desfile procesional, bajando el Lunes Santo de la ermita del Calvario a la iglesia de la Asunción y retornando a la una de la madrugada del Viernes Santo, ambos pasos a sus respectivas ermitas, en la Procesión del Silencio, que es la procesión oficial de la Cofradía.
La Virgen procesiona a hombros de sus costaleros que visten túnica negra y verdugo morado, siendo unos 110 los que portan el paso. El capataz los dirige con una campana y dependiendo de la maniobra da un toque determinado.
El Cristo es llevado de una forma original, por solo ocho costaleros. Va franqueado por cuatro grandes antorchas que prestan gran vistosidad al paso. El capataz que los dirige lo hace realizando pequeñas señales con las manos y a veces con la capa.
En 1981 se incorporan a la procesión los «óvalos de los siete dolores» realizados por Manuel Rovira Casañer. Se trata de siete cuadros ovalados, que son llevados por penitentes sobre el pecho, representando los siete dolores de María.
El acompañamiento de la procesión corre a cargo de su banda de tambores que lo hizo por primera vez en 1971. Está compuesta en la actualidad por 38 tambores más el cabo y 12 bombos. El ritmo fue compuesto por Alonso Cano y Antonio López. Esta banda fue la primera que utilizó los famosos «raun» para la salida y entrada de sus imágenes, que son ritmos rápidos y estruendosos que dan especial emoción a esos momentos. También poseen una Marcha de la Pasión para banda de Música compuesta para la Hermandad por Francisco José Serrano, actual director de la Banda Municipal de Música y cofrade de esta Hermandad. En 1991 se introdujo una innovación sin antecedentes en nuestra Semana Santa, que fue la incorporación de seis clarines de fanfarria. Las piezas a tocar, entre las que se encuentra la Marcha del Silencio, han sido adaptadas al ritmo de la banda por Antonio Ureña.
La madrugada del Viernes Santo, en la Procesión del Silencio, la Capilla Musical de la Vía Sacra la acompaña en su subida al Calvario interpretando una antigua música religiosa que antaño servía de complemento al canto de la Pasión y al rezo del Rosario (Stabat Mater y Miserere).
En cuanto a los cultos previos a la Semana Santa, durante todos los viernes de Cuaresma al amanecer se realiza un Vía Crucis, terminando éste el Viernes de Dolores, tras el cual la Hermandad invita a los asistentes. Posteriormente se realiza el «Besamanos de la Virgen». Otro de estos cultos es la realización de un «Quinario» la semana que precede a la Semana Mayor.
Otras actividades de la Hermandad
La Cofradía de los Dolores ha llevado a cabo desde 1967 un importante programa de actividades culturales y de recuperación de su patrimonio artístico. Así, ha reconstruido y ampliado la ermita del Calvario, renovado el Camarín de la Virgen y tallado un nuevo trono para sus desfiles procesionales.
Organizan desde hace años un Concurso de Villancicos, una Semana Cultural en Septiembre, visitas al Hogar del Pensionista, asilos, etc.
Colabora con el Consejo Pastoral de la Parroquia, Cáritas, Manos Unidas y Albasur, asociación de disminuidos y con sus cofrades y hermanos necesitados.
Todos los años y preferentemente en el mes de Septiembre, tiene lugar los cultos en honor de la Virgen de los Dolores (Dolores Gloriosos) a través de la celebración de un Triduo Eucarístico que finaliza con la fiesta de regla de la Cofradía.
Durante el mes de Noviembre, preferentemente el día de los Fieles Difuntos, tiene lugar una misa ante la imagen del Cristo de la Buena Muerte, que se aplica por los cofrades difuntos de nuestra Cofradía.